No soy muy aficionado al género de terror porque, la verdad,
no suele darme mucho miedo. Sin embargo, cuando escuché a Fernando Iwasaki leyendo alguno
de los relatos breves de Ajuar funerario
sí que sentí ese estremecimiento que (dicen) debe provocar una buena narración
del género. Aunque también me reí mucho.
Lo que he intentado aquí es imitar el espíritu de esta obra
y, posiblemente, no lo haya logrado. Espero que, ya que no conseguiré que os
estremezcáis del todo, me concedáis al menos una sonrisa de agradecimiento por
la intención.
Ahhhhhhhhhhhh
ResponderEliminarMuy buena la trama y la intriga.
¡Qué inocente la niña!
Maru
¡Cómo me gusta! ¡Pobrina!
ResponderEliminarNacho, leí el libro por recomendación de Elisa Armas y verdaderamente has sabido dar con el estilo de Iwasaki. Tú sí has subido el listón.
ResponderEliminarTambién yo pertenezco al club de fans de Iwasaki, pero ahora me pasaré al de club de Nacho :)
ResponderEliminarGracias por los comentarios y piropos. Aunque parezca inverosímil, la figura del sacamantecas, que tanto asoló mi infancia, ha desaparecido del imaginario del terror de nuestros jóvenes. Ahora los asustamos con otras criaturas, acaso más terroríficas.
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