sábado, 19 de octubre de 2013

Toni Solano, un profesor que PISA con altura y Jose Luis Bracamonte un caminante

Nunca he sabido muy bien la razón de que tanta y tan buena gente haga caso a las locuras de un personaje que pertenece a la denominada literatura popular ¡a un trabalenguas!

No lo he sabido, ni me importa demasiado saberlo.Me importa sentir esa emoción compartida con el talento que todos tenemos atesorado en un recóndito lugar de nuestro ser y que no podemos mostrar porque corremos el riesgo de ser vulnerables a los ojos de otros y podemos ser heridos.

Me importa que la buena gente no se olvide y que pueda dejar su estela en la mar para que los que les siguen encuentren momentos en los que se trasciende la cotidianeidad y por unos instantes, fugaces, somos felices con las palabras de otros.

No hay listones a partir de aquí. Hay relatos de miedo que podemos compartir dejando que salga ese tesoro interior. Los bancos atesoran dinero pero crean miserias humanas, los profesores ya no vamos a guaradar tesoros porque lo humano esta en nuestras aulas 
¿Quién es el siguiente?
Historias al amor de la lumbre

Y se hacen eco...

1 comentario:

  1. ¡Viva Quevedo!jaja me ha encantado en tono irónico tan típico de ti.
    ¡Habemus escritor!
    Un saludo,
    Maru

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