 |
| Precedencia de la imagen: Artelista |
Algunos compañeros, plumas con las que ni por asomo podré igualarme, han participado en la sección de "Historias al amor de la lumbre". Yo dejo mi breve contribución (es casi un microrrelato) con el aviso de que la he escrito pensando en un doble destinatario. Por un lado, en mis alumnos, para los que en plena efervescencia adolescente el amor es un ingrediente que nunca falla. Y para los lectores avezados, he incluido varios guiños en homenaje a autores que venero. No importa si no se adivinan, pero he pensado que un reto literario era un buen aderezo.
Y como en Internet uno encuentra de todo, aquí dejo un generador de tumbas y epitafios.
Lu, un relato precioso. Lleno de guiños literarios y muy al estilo romántico. Me ha encantado
ResponderEliminarGracias, Maru. Creo que es el momento de desvelar el enigma literario de los amantes. Los nombres de los personajes remiten a la obra de Cain, "El cartero siempre llama dos veces". En la novela los amantes viven una relación tortuosa que termina con la muerte violenta de uno de los dos. Pensé que eran la pareja perfecta para el relato. Dos enamorados que son castigados a buscarse eternamente, hasta el día en que una nube -¿hay algo más etéreo?- decide su reencuentro. Lógicamente, la maldición también es la inmortalidad. Los amantes que consiguen reunirse, se materializan y nunca mueren, como el amor.
ResponderEliminarOtros guiños son más evidentes (el poema de Gerardo Diego, el cementerio en el acantilado recuerda a un escenario de "Drácula").